Mujeres en las minas
Macarena Díaz, Valentina López y Carolina Caetano son las tres egresadas de la carrera Tecnólogo Minero en la Universidad de la República (Udelar). En el marco del Día Internacional de la Mujer conversamos con las pioneras.
"Me imaginaba algo bien de hombres, con un martillito, pegándole a las piedras", recordó Carolina en relación al momento en que se enteró de la apertura del Tecnólogo Minero en 2013, en el Centro Universitario Regional Este (CURE) de Treinta y tres , donde se inscribió para "probar qué tal era".
Al principio no estaba muy conveniente de lo que estudiaba. De hecho, quería hacer Ingeniería de Sistemas, pero solo se dictaba en Montevideo y no estaban dadas las condiciones para dejar atrás Treinta y tres. No obstante, a medida que avanza en la carrera le fue gustando cada vez más; derribó prejuicios y confirmó que se trata de una profesión que pueden ejercer tanto varones como mujeres. Al comienzo tampoco le gustaban las asignaturas vinculadas al área de la geología, sin embargo, terminó tan enganchada con el tema que hizo su tesis en recursos minerales en las cercanías de Lascano, Rocha. Se recibió en junio de 2019. Ahora, con 24 años, le gustaría seguir estudiando. Quiere cursar Ingeniería en Minas, pero la carrera no se dicta en Uruguay, por lo que no descarta estudiar en el exterior a futuro.
Macarena, de 26 años, oriunda de Vergara, tenía menos prejuicios cuando tuvo la carrera en 2014, pero reconoció que muchas personas sí los tenían. “La gente piensa que uno trabaja con pico y pala. En el pueblo me decían eso cuando iba a estudiar. Hasta el día de hoy me lo dicen. Y no es así ”, consideró la primera egresada de la tecnología en 2017.
Ser la primera mujer en recibir el genero grandes satisfacciones, por ejemplo, que la entrevista en medios locales para que contacte su experiencia. Dijo que disfrutó mucho ese momento y que sirvió para “difundir que no es un trabajo de hombre, que la mujer también puede estar. Y que no hay que asociar a la minería con trabajo pesado ”. Además, agregó: “hoy en día hay máquinas que hacen parte del trabajo. No es como antes que sí se hizo todo a pico y pala ”.
En su opinión, los prejuicios a veces llegan hasta los objetivos educativos, ya que muchas veces las mujeres hacen sus prácticas preprofesionales lejos de las tareas arduas.
Para Valentina, de 25 años, la carrera significó un desafío personal importante. En 2013, cuando comenzó el tecnólogo, ya era mamá de una nena. Al terminar el liceo quería seguir estudiando, pero en las propuestas necesarias en Treinta y Tres figuraban magisterio y algún profesorado. Valoró que eso no era para ella, por lo que la opción era viajar a Montevideo, pero no se preparó para irse con una niña tan chica. En ese momento se enteró de la apertura de la carrera y no dudó en inscribirse. “Me llamó la atención que era un tecnólogo universitario. La educación terciaria siempre es mejor y era muy bueno poder estudiar en la Universidad de la República ”, recuerda.
Al ser consultado sobre los prejuicios modificados en el área, evaluado: “mis amistades y mi familia se reían al verme poner pantalón de campo y chaleco. Me tomaban para la joda ". Con el tiempo eso dejó de detectar y hoy sus efectos se sintieron orgullosos. Ella también lo está: “Me siento orgullosa de que haya mujeres en este rubro. No hay que pensar que solo el hombre puede, las mujeres también podemos ”.
Primera experiencia
Al recibirse un tecnólogo minero está formado para participar en actividades de prospección y exploración de recursos minerales. También para dirigir actividades de extracción en minas o canteras; evaluar el impacto ambiental que tiene o tener un emprendimiento minero; así como contribuir a la aplicación de normas de higiene y seguridad laboral en minería.
En la actualidad, las tres entrevistadas están siendo capacitadas por una cementera nueva de Treinta y Tres. Para todas se trata de la primera experiencia no zafral donde podrán desempeñarse en lo suyo. Afirmaron que no sienten diferencias en el trato con sus compañeros y son optimistas al asegurar que cada vez más mujeres se integrarán al rubro, dato que sostienen a partir de su experiencia en el CURE donde había materias cuyas participantes eran todas mujeres.
Hasta el momento egresaron del Tecnólogo Minero: tres mujeres y cuatro hombres. En 2013 se inscribieron 43 personas (19 mujeres y 24 varones), pero hubo una alta deserción. Al año siguiente, en 2014, se anotaron 18 estudiantes (5 hombres y 13 mujeres). En 2019 hubo cuatro inscriptos, dos mujeres y dos varones.
La carrera dependiente de la Facultad de Agronomía, Facultad de Ciencias y Facultad de Ingeniería de la Udelar. Por más información: cure.edu.uy